En esta confusa aventura se me predio la brújula
navegué sin dirección alguna hasta que de la nada
encontré un oráculo
Llegué a una isla donde habitaban unos pálidos
de entre los cuales ví su vampírico héroe
tenía un gigantesco ábaco
pero esta tribu parecía bélica
y parece que se inyectaran éxtasis
parecían marcianos de otro planeta de la vía láctea
sin embargo sus casas estaban mejores
que la hacienda nápoles
de repente salió un ejercito
y me obligaron a comerme un páncreas,
me supo insípido.
Me acaloré y salí a buscar oxígeno
ví un barco y me escape
cuando me subí me di cuenta
que era Michael Jackson, mi ídolo.
Autor: Elian Díaz
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